jueves, 6 de agosto de 2009

Castigo... ¿Una motivación?

Me detuve a mirar la sociedad chilena por un momento, descubrí una psicología un tanto extraña y sin sentido. Constantemente el gobierno, políticos, y distintos personajes conocidos en nuestra Nación hablan sobre la delincuencia y el cómo reparar y crear nuevas cárceles y lugares de “rehabilitación” para acabar con esta, de todos esos comentarios y de las opiniones de las personas al hablar del tema, me surgió una duda, ¿Porqué la Sociedad Chilena tiende a castigar las malas actitudes, pero a la vez, no premiar las buenas?. Y es que es un justo derecho de todos castigar lo que algunos hacen mal, pero ¿no es derecho nuestro, también, pedir que nos premien nuestras buenas actitudes?. Si matas, irás preso, pero si ayudas a alguien a vivir, si le ayudas a alguien con su propia vida, ¿quién recompensa tu buena acción?, se habla de Dios, de la misma sociedad, pero estas distinciones no son materiales, a diferencias de las penas al cometer un delito. Entonces, ¿qué nos motiva a hacer las cosas bien?, ¿no sería mejor que nuestros políticos y personeros del gobierno se encarguen de motivar las buenas actitudes en los ciudadanos, y de esta forma erradicar de raíz la delincuencia que dicen tanto les importa, en vez de pensar la “mejor” forma de castigo para “los que hacen las cosas mal”? de esa manera evitarían una cantidad elevada de “delincuentes”, más que mal, los que intentamos hacer “bien” en nuestra sociedad somos mayoría, y está en nuestras manos y en las de “nuestros líderes” cambiar la mentalidad de nosotros mismos.

Empezar por casa, si nuestros seres queridos hacen algo bien, premiémoslo, incluso una buena conversación puede servir de galardón a la hora de recompensar las buenas acciones. Justamente a partir de esto, tuve un recuerdo de mi infancia, constantemente si hacía algo mal, me castigaban, sin televisión, sin salir a jugar, etc., pero si me portaba bien en una salida, nunca me premiaron por eso, ni siquiera decían: “que bueno que te portaste bien, hija.”.

En un informe del Diario La Tercera, en el año 2008, Susan Hallam y Lyne Rogers determinaron que: el estímulo positivo es más importante que el castigo para mejorar la conducta escolar. De aquí mismo, Benedicto Gonzáles Vargas, asegura que en Chile son muchos sus colegas docentes que prefieren no premiar con el argumento de que “portarse bien es el deber de los alumnos, no hay porque premiarlos”. Según la UNICEF, la mayoría de nuestros colegios opta por una cultura de castigo. Tras estudios se verifica que las recompensas mejoran la conducta escolar, la asistencia en las escuelas y el clima en estas mismas.

Entonces, si estudios lo avalan, ¿es posible hacer algo que realmente ayude a toda la sociedad para hacer las cosas mejor?, por supuesto que lo es, y está en nosotros cambiar nuestra forma de “hacer el bien”.

Y como una buena amiga me enseñó, 1+1+1...= Son muchos. La sociedad es un cúmulo de represión y auto-represión. No nos dejemos llevar por el miedo de ser castigados y juzgados, no nos culpemos por cosas insignificantes.

Denise Petit

II Enfermería

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